El escritorio es un lugar personal donde reflejamos cómo somos, e incluso donde nos inspiramos para hacer nuestras tareas diarias o lo que para nosotros pueden ser grandes creaciones.
El orden y la limpieza son muy importantes, o esa magia que nos inspira desaparecerá y será toda una lucha trabajar en él. Si mantienes limpio y ordenado tu escritorio ganarás en espacio, productividad y no perderás tiempo buscando cosas que no recuerdas dónde colocaste.
Para que esto no te pase y disfrutes trabajando en tu escritorio, te contamos unos sencillos consejos para ordenar tu escritorio y deshacerte del caos que te rodea. Seguro que después de llevarlos a la práctica tendrás más espacio libre y más inspiración.
- Porque menos es más.De nada sirve tener muchas cosas en el escritorio si luego no les sacas todo el partido o no encuentras lo que realmente buscas. Lo mejor es separar aquello que necesitas de lo que no, y deshacerte de aquello que no utilizas. No es necesario que lo tires todo a la basura, puedes guardar aquello que sobra ahora pero en cualquier momento puedes necesitar en una caja y almacenarlo para utilizarlo más adelante. Sí es importante deshacerse de lo que no te sirva para nada, ya sea donándolo, tirándolo a la basura,… la elección es tuya.
- Ordena tus cajones en función de su frecuencia de uso. Coloca los objetos en los cajones en función del uso que les das: aquello que utilizas varias veces al día va al primer cajón porque es el que tienes más a mano, y lo que usas de vez en cuando, al último cajón. Así lo tendrás todo más a mano y ahorrarás tiempo buscando en los cajones mientras recuerdas dónde dejaste aquello que buscas.
- Cosa que cojas, cosa que guardas (en su sitio). Si cada vez que coges algo de un cajón lo vuelves a guardar en el mismo lugar tras acabar de usarlo, siempre encontrarás lo que buscas y tendrás el escritorio ordenado y despejado. Esta es una norma importante para mantener el orden.
- Limpieza a fondo esporádica pero general a diario. Cada día es recomendable quitar el polvo de tu escritorio, limpiar la pantalla y preparar tu espacio de trabajo. Además si no recogiste el escritorio una vez que acabaste de trabajar en él (cosa que deberías hacer como hábito), debes hacerlo antes de empezar de nuevo, si no, acumularás documentos y material innecesario y vuelta a empezar con el caos.
Cada cierto tiempo es recomendable que hagas una limpieza a fondo para que todo esté limpio y ordenado, para que los documentos ya innecesarios u obsoletos estén archivados o en la basura, y los materiales de trabajo estén en óptimas condiciones para trabajar.
- El minimalismo no pasa de moda. Como decíamos en el primer consejo, “menos es más”. No es necesario tener el escritorio lleno de cosas. Debes tener aquello que necesitas y te ayude a inspirarte. Hoy en día venden muchos objetos de decoración que a su vez son prácticos objetos de escritorio o papelería, que pueden dar un toque a tu escritorio sin perder su funcionalidad.
- Sácale partido a los elementos de ordenación. Si tienes archivadores o bandejas porta-documentos puedes ordenar y archivar tus documentos más fácilmente. También puedes utilizar cajas o cestas para ordenarlo todo bien, así estará recogido, evitas que se llenen de polvo (en el caso de las cajas) y le dan al escritorio un toque especial.
- Dedica un espacio para tus cosas personales.Si puedes, destina un cajón, caja o pequeño espacio para tus cosas personales, de ese modo no mezclarás el material de oficina o trabajo con tus cosas. Es ese espacio puedes tener tu agenda, tu crema de manos,… cosas que te pueden facilitar el trabajo pero no son material de oficina.
Como has podido ver, estos consejos son muy sencillos y sólo requieren un poco de tu tiempo. Una vez los pongas en práctica podrás decirle adiós al caos de tu antiguo escritorio y darle la bienvenida a uno nuevo más organizado, más productivo, más bonito seguro y que te llenará de inspiración para hacer grandes trabajos.
¿Cómo ordenas tú el escritorio? ¡Cuéntanoslo! Seguro que aprendemos algo nuevo porque no hay nada escrito y “cada maestrillo tiene su librillo”. ¿A qué esperas?