Hay veces en las que no acertamos con el lavado y otras en las que simplemente de tanto lavar la prenda (o no lavarla como se debe) la vamos deteriorando. Toma nota de estos sencillos consejos que te ayudarán a cogerle el ritmo a esta tarea doméstica, y conseguirás lavar y mantener las prendas en perfecto estado.
- Utiliza el programa en frío. Podrás ahorrar hasta el 90% de la energía que suele consumir la lavadora. Es importante que tengas en cuenta el tipo de ropa (no toda se puede lavar igual) y la cantidad de suciedad que tiene. Si optas por lavar a temperaturas bajas, lo ideal es usar detergente líquido.
- Detergente, mejor en polvo. Para conseguir una limpieza óptima es el más eficaz. Si las prendas te lo permiten, lávalas a una temperatura mínima de 60° para eliminar ácaros de polvo y bacterias.
- Prendas grandes, mejor lavarlas en solitario. Colchas, edredones, alfombras, albornoces, toallas… las prendas de gran tamaño es mejor lavarlas en solitario para no sobre cargar la lavadora y que la prenda quede más limpia.
¡Recuerda! Debe caber siempre una mano entre la ropa y el tambor, para que las prendas se muevan y se laven mejor.
- Lava las prendas del revés. Es lo más recomendable para no perder el color ni los adornos que las prendas puedan llevar. Es muy importante hacerlo con los vaqueros (aunque cuanto menos se laven mejor) y no lavar más de 5 a la vez, en agua fría y con un chorrito de suavizante.
- Clasifica la ropa. Es la mejor manera de lavar la ropa en condiciones, ahorrando agua y energía, y sin estropear prendas. Has de separar la blanca de la de color, y si tienes muchas prendas negras o rojas, es recomendable separarlas también para que no destiñan y manchen las prendas más claras. Lo ideal es una lavar la ropa a una temperatura templada, ya que las temperaturas altas se recomiendan cuando la ropa blanca está muy sucia.
- Inspecciona la ropa antes de meterla en la lavadora. Cierra botones, cremalleras, ganchos, anuda las cintas y cuerdas,… saca pañuelos, papeles o cualquier cosa que haya en los bolsillos,… este te evitará más de un disgusto.
- La ropa delicada, mejor en bolsa de lavado. Sujetadores, prendas de encaje, con muchos adornos… todo eso debe ir en bolsas de lavado, así alargarás la vida de la lavadora y esas prendas no se engancharán o romperán.
- Sacude la ropa antes y después del secado. Al sacar la ropa de la lavadora, evitarás que las prendas se arruguen más de la cuenta, y si lo haces al recogerla del tendedero podrás quitarle los bichitos o partículas que le hayan caído mientras se secaba, así la recoges bien limpia y facilitas el plegado o planchado.
Un truco, especialmente si no puedes planchar en seguida, es plegar la prenda lo mejor posible, como se quedaría recién planchada, de ese modo luego costará menos de planchar, e incluso habrá alguna prenda que puedas evitar planchar.
- En verano, biquinis y bañadores a remojo. Estas prendas suelen estropearse y perder el color debido al sol, el cloro y la sal. Lo ideal es que te acostumbres a enjuagarlos a diario con agua. Un truco para mantener el colorido es dejarlo unos minutos en un recipiente con agua y vinagre blanco y luego dejarlo secar al aire libre pero sin que le dé el sol directamente.
- Edredones perfectos hasta el próximo invierno. Antes de guardar definitivamente los edredones y las colchas, lávalos a fondo. Si son de algodón y caben en la lavadora, lávalos en el programa de ropa delicada, con poco detergente y sin suavizante. Cuando acabe la lavadora, hazles un segundo enjuague para eliminar los restos de jabón que puedan quitar. Sacúdelo bien y tiéndelo a la sombra para que se seque bien al aire libre y ¡listo para guardar!
Ya has visto que sencillos son estos trucos, ahora sólo falta que los pongas en práctica y ¡las prendas quedarán perfectas!
¿Qué trucos tienes tú para lavar la ropa? ¡Cuéntanoslos!